Blogia
Dr. MEIR FINKEL, Ph.D.

Complejidad

La hologramia y las estrategias paradójicas

La hologramia y las estrategias paradójicas

Después de haber escarbado en el camino hacia la complejidad desemboco parafraseando a Edgar Morin al afirmar que se podría pensar que se trata de la representación de una explicación incompleta sobre la idea de un reto al pensamiento clásico desafiándolo por medio de la hologramia al transformarse en un pensamiento contemporáneo que toma en cuenta observador-objeto-sujeto-contexto como la formación de un tejido en conjunto de todas las partes, la totalidad y el entorno. La complejidad es parte de la paradoja al igual que lo son las costumbres que van y vienen, las creencias que asumen el color de moda, el folklor a base de diversidad (la gran paradoja) y los hábitos que nos dejan perplejos en general. Son el conjunto de todas las formas y expresiones de una "Sociedad Hologramática".

La descripción anterior no menciona específicamente que el contexto es digital porque se trata de una paradoja entre analogía y hologramia. El pensamiento clásico se caracterizó por ser análogo mientras que el pensamiento contemporáneo se caracteriza por ser digital dejando la paradoja para transformarse en una dicotomía dialógica. Lo que se pone de relieve al invocar la triada de Morin: auto-eco-organización. La mutación de lo análogo (antropo-bio-cosmológico) a lo digital (electro-neuro-autopietico); esto coincide con la metamorfosis que producen las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) en las interacciones simbólicas entre un sistema hologramático y un sistema paradójico ecológico-natural-humano un sistema que pone de relieve una nueva explicación de la evolución humana desde una nueva dimensión paradójica que produce la hologramia del conocimiento.

Un ecosistema además de ser un conjunto de componentes físicos y biológicos de un entorno representado por el medioambiente que busca el no-equilibrio no-lineal a través de una paradoja entre la dimensión de los ciclos de vida de la naturaleza en el contexto cósmico de intercambio, difusión, transformación y entropía que se mueve a otra dimensión que puede ser hologramática; al mundo de las partículas, al de los seres moleculares, al de los bosques y al de las sociedades, en general el todo que integran factores físicos que forman lo que Morin denomina unitas multiplex, un conjunto unitario. Una gran paradoja cuya solución es un holograma.

Ecosistema social es una realidad desde la conceptualización epistemológica recién expuesta donde el origen se encuentra en la energía en todas sus formas, manifestaciones y fenómenos. Así se puede referir a un estilo de vida por medio de la conformación de comunidades en la construcción del conocimiento y transmisión del arte, ciencia, cultura y la lingüística.

A la complejidad le subyace una organización y autoorganización llena de interacciones recursivas orientadas que emergen en forma de nuevos pensamientos en las mentes de los genios que se han adelantado a su época logrando ver lo invisible, por ejemplo, una explicación a la ya clásica paradoja de la partícula que puede ser vista como una onda (energía) o como un corpúsculo (materia) con una visión distinta que la explique.

El estudio para la comprensión en este marco físico-biológico/organización-autoorganización de la definición de los sistemas socioculturales requiere una reorientación del pensamiento científico hacía un mundo cibernético caracterizado por expresiones como retroalimentación, servomecanismos, sistemas circulares y procesos circulares (Bertalanffy, 1968).

El enfoque de Bertalanffy respecto al nuevo paradigma de la complejidad radica en la interdisciplinariedad entre muchas teorías orientada (juntas) a resolver fenómenos del la biología molecular en el contexto de los sistemas socioculturales, entre las de primer orden se encuentra la teoría cibernética de Norbert Wiener quien escribió acerca de los procesos circulares en sistemas abiertos como el ser humano donde un estímulo es percibido por el sistema sensorial que origina una señal en el sistema nervioso que a su vez pasa al sistema muscular en forma de un conjunto integrado.

Los procesos circulares no se circunscriben únicamente al sistema orgánico (organismo vivo), esta teoría explica en general todos los sistemas abiertos (motores y máquinas) y el papel crucial de los servomecanismos realimentados por feedback que sirven como sistema de control para mantener la eficiencia del sistema.

Esta cadena de retroalimentación, como lo denomina Wiener, son señales (orgánicas, mecánicas o eléctricas) no requieren necesariamente la intervención de la mano humana ya que la información que regresa al sistema hace la función que balancea la coherencia de la interacción comunicativa (1961).

Entre las teorías que subyacen al pensamiento sistémico se encuentra la teoría de la comunicación de Paul Watzlawick, quién indica "la imposibilidad de no comunicar", lo que viene a reforzar la afirmación de Wiener acerca de la interacción comunicativa intrapersonal, interpersonal, con subsistemas y con el medioambiente (1967).

Un término similar pero de diferente significado emitió Morin al mencionar la impredictibilidad de estos sistemas autoorganizados al integrar lo físico, lo biológico y lo cultural en la epistemología de la complejidad. Cabe una breve explicación que por lo general se asocia este término con complicado, cuando en realidad debe asociarse a turbación, confusión, incertidumbre, desorden y caos.

Si el paradigma reinante entre la simplificación con influencias positivistas del pensamiento cartesiano reduccionista e hiperespecializado frente al pensamiento complejo, entonces el desafío del paradigma de la complejidad es constituirse en el sistema de pensamiento flexible, circular, servocomunicado, dialógico, hologramático y translógico que integra la nueva lógica  racional determinista combinada con la lógica de la racionalización que propone el pensamiento complejo fundamental para ver la realidad hologramática que resulta ser invisible para muchos científicos, pensadores e incluso políticos lo cual es una paradoja también.

¿Cuál es la noción de complejidad en la era digital?

¿Cuál es la noción de complejidad en la era digital?

¿Cuál es la noción de complejidad en la era digital?

Después de haber escarbado en el camino hacia la complejidad desemboco parafraseando a Edgar Morin al afirmar que se podría pensar que se trata de la representación de una explicación incompleta sobre la idea de un reto al pensamiento clásico desafiándolo a transformarse en un pensamiento contemporáneo que toma en cuenta objeto-sujeto-contexto como la formación de un tejido en conjunto de todas las partes, la totalidad y el entorno. La complejidad es parte de la cultura al igual que lo son las costumbres, las creencias, el folklor y los hábitos en general. Son el conjunto de todas las formas y expresiones de una "Sociedad del Conocimiento".

La descripción anterior no menciona específicamente que el contexto es digital. El pensamiento clásico se caracterizó por ser análogo mientras que el pensamiento contemporáneo se caracteriza por ser digital. Lo que pone de relieve la triada de Morin: auto-eco-organización. La transición de lo análogo (antropo-bio-cosmológico) a lo digital (electro-neuro-autopietico); esto coincide con las transformaciones que producen las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) en las interacciones simbólicas entre sistema y eco-sistema en la explicación de la evolución humana.

Surgen tres preguntas que deseo plasmar para motivar una discusión fructífera para dejar de buscar el camino y plantar “El árbol del conocimiento”:

  1. ¿Cuál es el meta paradigma descubierto y cómo es el sistema que resulta?
  2. ¿Cómo la era digital favorece (o perjudica) el pensamiento complejo, la comunicación y el conocimiento?
  3. ¿Se podrán encontrar soluciones a los problemas globales, planetarios y digitales mediante la complejidad?

SURGIMIENTO DEL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD

SURGIMIENTO DEL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD

Por Meir Finkel, Ph.D.

06 de mayo de 2012

En apartados anteriores surge la noción de sistema, luego de megasistema, y ahora deseo buscar la epistemología del conocimiento directamente en su raíz natural, en la naturaleza, o en palabras de Morin (2006) “la naturaleza de la naturaleza” o sea, el ecosistema conformado por la biósfera, la noósfera y la atmósfera.

 

Un ecosistema además de ser un conjunto de componentes físicos y biológicos de un entorno representado por el medioambiente que busca el equilibrio a través de un balance entre los ciclos de vida de la naturaleza en el contexto cósmico de intercambio, difusión, transformación y disipación de energía que mueve a los mundos; al mundo de las partículas, al de los seres moleculares, al de los bosques y al de las sociedades, en general el todo que integran factores físicos que forman lo que Morin denomina unitas multiplex, un conjunto unitario.

 

Ecosistema social es una realidad desde la conceptualización epistemológica recién expuesta donde el origen se encuentra en la energía en todas sus formas, manifestaciones y fenómenos. Así se puede referir a un estilo de vida por medio de la conformación de comunidades en la construcción del conocimiento y transmisión del arte, ciencia, cultura y la lingüística.

 

A la complejidad le subyace una organización y autoorganización llena de interacciones recursivas orientadas que emergen en forma de nuevos pensamientos en las mentes de los genios que se han adelantado a u época logrando ver lo invisible, por ejemplo, una explicación a la ya clásica paradoja de la partícula que puede ser vista como una onda (energía) o como un corpúsculo (materia) con una visión distinta que la explique.

 

El estudio para la comprensión en este marco físico-biológico/organización-autoorganización de la definición de los sistemas socioculturales requiere una reorientación del pensamiento científico hacía un mundo cibernético caracterizado por expresiones como retroalimentación, servomecanismos, sistemas circulares y procesos circulares (Bertalanffy, 1968).

 

El enfoque de Bertalanffy respecto al nuevo paradigma de la complejidad radica en la interdisciplinariedad entre muchas teorías orientada (juntas) a resolver fenómenos del la biología molecular en el contexto de los sistemas socioculturales, entre las de primer orden se encuentra la teoría cibernética de Norbert Wiener quien escribió acerca de los procesos circulares en sistemas abiertos como el ser humano donde un estímulo es percibido por el sistema sensorial que origina una señal en el sistema nervioso que a su vez pasa al sistema muscular en forma de un conjunto integrado.

 

Los procesos circulares no se circunscriben únicamente al sistema orgánico (organismo vivo), esta teoría explica en general todos los sistemas abiertos (motores y máquinas) y el papel crucial de los servomecanismos realimentados por feedback que sirven como sistema de control para mantener la eficiencia del sistema.

 

Esta cadena de retroalimentación, como lo denomina Wiener, son señales (orgánicas, mecánicas o eléctricas) no requieren necesariamente la intervención de la mano humana ya que la información que regresa al sistema hace la función que balancea la coherencia de la interacción comunicativa (1961).

 

Entre las teorías que subyacen al pensamiento sistémico se encuentra la teoría de la comunicación de Paul Watzlawick, quién indica” la imposibilidad de no comunicar”, lo que viene a reforzar la afirmación de Wiener acerca de la interacción comunicativa intrapersonal, interpersonal, con subsistemas y con el medioambiente (1967).

 

Un término similar pero de diferente significado emitió Morin al mencionar la impredictibilidad de estos sistemas autoorganizados al integrar lo físico, lo biológico y lo cultural en la epistemología de la complejidad. Cabe una breve explicación que por lo general se asocia este término con complicado, cuando en realidad debe asociarse a turbación, confusión, incertidumbre, desorden y caos.

 

Si el paradigma reinante es el de la simplificación con influencias positivistas del pensamiento cartesiano reduccionista e hiperespecializado, entonces el desafío del paradigma de la complejidad es constituirse en el sistema de pensamiento flexible, circular, servocomunicado, dialógico y translógico que integra la lógica clásica racional determinista con la lógica de la racionalización que propone el pensamiento complejo fundamental para ver la realidad postmoderna que resulta ser invisible para muchos científicos, pensadores e incluso políticos.

 

El paradigma de la complejidad tiene una epistemología, es metodológica, teórica, empírica y valga la redundancia, pragmática.

LACOMPLEJIDAD EN LA ERA PLANETARIA

 

LACOMPLEJIDAD EN LA ERA PLANETARIA

Autor: Dr. Meir Finkel

Guatemala, 06 de marzo de 2011

 

Presentación

 

El contenido del presente ensayo pretende responder a la pregunta ¿Cuál es la noción de complejidad en la era planetaria? Parafraseando a Edgar Morin se podría decir que se trata de la representación de una explicación incompleta sobre la idea de un reto al pensamiento lineal y rígido desafiándolo a transformarse en un pensamiento integrador que toma en cuenta objeto-sujeto-contexto como la formación de un tejido en conjunto de todas las partes, la totalidad y el entorno; se trata de una impredictibilidad sobre la constitución de factores o elementos heterogéneos inseparablemente asociados, lo que lleva a repensar la noción de la complejidad como la paradoja de lo uno y lo múltiple tratando de encontrar el rumbo cognitivo de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones y azares hasta constituir la realidad fenoménica, enredada que lleva a pensar que la vida no es una sustancia, sino un fenómeno como indica Morin “auto-eco-organizacional como resultado de las interacciones entre sistema y eco-sistema en la explicación de la evolución humana” (2006).

 

A primera vista se puede notar que se trata de un estilo de pensamiento cuya corriente obviamente se presenta como un transgresor de fronteras disciplinarias (dialógico y translógico) y de libre disposición de conceptos que surgen desde lo biológico, o sea, la mente humana y su manifestación más representativa, el cerebro; hasta lo mitológico, representado por lo imaginario humano yuxtapuesto a la realidad del ser social como resultado de una secuencia biológico-cultural que ha sido reconocido por Edgar Morin como la triada antropo-bio-cosmológica. Concepto que viene explicado en el segundo apartado de este ensayo (introducción).

 

En el tercer apartado (operacionalización) se pretende unir diferentes disciplinas, como la física, la biología, la psicología y la sociología para dar una explicación sobre la autopoiesis en la auto organización, auto producción y auto reproducción de los seres humanos.

 

Lo que obliga a repensar la subjetividad frente a la objetividad en la interdependencia de sujeto y objeto. Concretamente el mensaje es que el investigador no puede mantenerse al margen de lo investigado ya que la investigación misma absorbe al investigador que pasa de ser un sujeto pensante a un objeto de observación y auto observación poniendo en práctica la metacognición. Se desarrolla la relación e interacción entre el observador y lo observado, al tratar de resolver el dilema si el observador tiene facultades de influir en lo observado.

 

Por otro lado, esta forma fenomenológica de investigación obliga a una búsqueda epistemológica del origen del conocimiento, desde la perspectiva de la mirada clásica de Newton, desde la perspectiva de la mirada subatómica de Einstein y desde una perspectiva híbrida que incluya ambas concepciones científicas cuya convergencia puede ser explicada por la teoría de los sistemas, la teoría cibernética y la teoría de la información.

 

Nos encontramos en una era planetaria caracterizada por la sustitución del paradigma analógico por el paradigma digital que a su vez puede incluir otros factores coyunturales como la globalización, la ecología y la transculturación. Se trata de un proceso histórico, una transformación tecnológica y un fenómeno intersubjetivo caracterizado por la pluralidad postmoderna y multicultural.

 

En este marco multidimensional se debe incluir la biósfera, la noosfera y la atmósfera como integrantes obligados del ecosistema donde se desarrolla la vida en general y la vida humana en paticular, es así como se aborda la idea que no ha legado Morin acerca de la auto-eco-organización como una manera de explicar el estrecho vínculo que entrelaza lo humano (auto y subjetividad) con lo natural (eco y objetividad) en conjunto con la autopiesis (sistemático y orgánico). Estos tres términos: auto-eco-organización, al igual que la autopoiesis se abordan en el quinto apartado de este ensayo.

 

El sexto apartado aborda el tema de la complejidad contrastando lo estratégico frente a lo programado, en el sentido que lo estratégico incluye las transformaciones recursivas en un periodo de tiempo en tanto que lo programado mantiene una linealidad secuencial basado en la certidumbre. Esto último es aceptable si se concibe que la complejidad necesite una estrategia frente a una realidad cambiante.

 

En el séptimo apartado se hace referencia al tema en que la totalidad es más que la suma de las partes y que el todo es menos que la suma de las partes, basado en los principios de auto-eco-organización y auto-eco-producción que plantea la complejidad como desafío a la explicación cartesiana de las investigaciones científicas.

 

Las conclusiones se plantean en el octavo apartado, donde se indica que la complejidad es dialógica, recursiva y hologramática ya que considera la objetividad científica no solamente como un dato, sino también un producto. Presenta una dualidad como materia prima del conocimiento y producto terminado del mismo, como un bucle recursivo en el que se genera nuevo conocimiento que sustituye al conocimiento obsoleto.

 

La bibliografía viene consignada en el noveno apartado denominado en este ensayo como fuentes. Seguidamente se presenta un anexo y una consideración final del autor.

 

Introducción

Una explicación epistemológica sobre el término de la complejidad requiere la búsqueda del origen del mismo en la mente como entidad física bio-antropológica desde una perspectiva científico-filosófico-literaria que incluye las tradiciones éticas, sociales, genéricas, étnicas, raciales y culturales. Se trata de un método de explicación de los fenómenos científicos que rompe con el paradigma simplificador, lineal e inflexible al rechazar el reduccionismo que representa y la hiperespecialización del conocimiento: la reducción de lo complejo a lo simple, de lo biológico a lo físico, de lo humano a lo biológico, con la consecuente incapacidad de explicar los fenómenos humanos ligados a los fenómenos planetarios caracterizados por conexiones ocultas de la realidad (procesos de transformación) entre el cambio climático y la impredecible relación hombre-naturaleza.

 

Por ser un tema relacionado con el desconocimiento, o en palabras de Moria, ceguera cognitiva que aún persiste en la era contemporánea impregnada de confusión, incertidumbre y desorden, es prácticamente imposible separar, desde una forma epistemológica, el término complejidad del término conocimiento. Quiere decir que una conclusión anticipada al tema expuesto es que la complejidad y el conocimiento son dos variantes de una misma trama.

 

Complejidad y conocimiento convergen en la información sobre la realidad y la interpretación de su transformación en la integración de los pensamientos simples y su flujo en el conocimiento complejo. Lo que inevitablemente lleva a pensar al conocimiento multidimensional, al pensamiento complejo y la metodología transdisciplinaria.

 

Al final, lo que se pretende es descubrir la novedad que representa el principio de incompletud y de incertidumbre de un pensamiento empírico-lógico-racional frente al pensamiento cartesiano que buscaba aislar en forma ontológica al objeto de estudio de su contexto, de sus antecedentes, y de su devenir.

 

Operacionalización

Las teorías que explican el tema de la complejidad se originan a partir de una ruptura entre la física mecánica y la física cuántica al descubrir que las leyes que funcionaban para explicar una vertiente de la física no era capaz de explicar la otra vertiente de la misma ciencia, dando lugar a una ruptura del paradigma de simplificación que se caracterizaba por una disyunción, reducción y abstracción que caracterizó el pensamiento occidental a parti de Galileo Galilei. Tal disyunción, entorpecía las comunicaciones entre el conocimiento científico y la reflexión filosófica, privando a la ciencia de toda posibilidad de conocerse y de reflexionar sobre sí misma y aun de concebirse científicamente a sí misma (metacognición).

Por lo que tratar de acercarse a una definicón concisa acerca del tema de la complejidad requiere de la ayuda de varias disciplinas de una manera interdisciplinar donde se comparten los métodos pero se respeta cada disciplina por separada de manera de poder contextualizar desde distintas miradas dicho término de una manera transdisciplinaria en la búsqueda de un nuevo método propio y diferente del que lo originó. Una forma práctica de explicar lo anterior se encuentra en los sistemas abiertos (primer principio de termodinámica) y los sistemas cerrados (segundo principio de termodinámica- entropía).

 

El objeto de entender la complejidad para la comprensión del pensamiento complejo requiere apoyarse en la teoría matemática de la información de Shannon donde dicha información en la construcción del conocimiento es considerada materia prima en la comunicación, el diálogo y en general en la comunicación de mensajes. Por otro lado, se puede ver el conocimiento como producto terminado un mensaje, contenido, medio y contexto (Shannon y Weawer), esto equivale a decir que “la información no es un concepto terminal, sino que es un concepto punto de parida” (Morin, 2001).

 

Según dos especialistas de reconocido prestigio contemporáneo, Edgar Morín y Ezequiel Ander-Egg indican que se requiere conocer el todo para identificar las partes y se requiere conocer las partes para comprender el todo, son acciones encaminadas a explicar la complejidad se centran en procesos que conectan y entretejen en forma muy unida, lo que Morin denomina: Unitas Multiplex.

 

Caracterización

La complejidad se caracteriza por una estrecha relación entre muchas ciencias, teorías y disciplinas, pero concretamente se fundamenta en los componentes que integran los sistemas, la comunicación y su retroalimentación cibernética y la información que se maneja entre el observador y lo observado; una experiencia cuantitativa de interacciones e interferencias que desafían las posibilidades de cálculo al incluir el estudio de los fenómenos aleatorios de la microfísica, macrofísica, biología, psicología y sociología en un ambiente de constantes intercambios entre materia y energía.

Un ejemplo de la forma en que el observador influye en lo observado ocurre dependiendo

del instrumento de observación subatómica en el que una partícula puede ser vista como un crepúsculo (energía) o como una onda (materia) dependiendo del instrumento utilizado para su observación. El ejemplo más conocido al respecto de la transformación de la materia en energía y viceversa, se expresa en la fórmula de Einstein donde E=MC2.

 

Para conceptualizar el tema de la complejidad en toda su magnitud y proyección científica se requiere presentar ejemplos prácticos que ilustren como el conocimiento aislado no ayuda a comprender las cosas, para ello se recomienda utilizar la metodología transdisciplinaria que propugna la teoría de Morin, mencionada anteriormente como: Unitas Multiplex, de lo uno y lo múltiple que vincula al sujeto observador con el objeto observado. Otro ejemplo en la misma línea de pensamiento se encuentra al unir la biología con la antropología donde se crea una estrecha relación bioantropológica, que origina la auto organización caracterizada por la “auto” o sea, la subjetividad del sujeto pensante. El sujeto (hombre) y el objeto (la naturaleza) aparecen así como dos entidades inseparables en la conformación del sistema auto-ecosistema-organizador.

 

Desde el punto de vista de la ciencia occidental es casi imposible mantener unidos las partes constitutivas a partir de la idea de que los objetos, al existir en forma separada del sujeto, una dicotomía que podía ser explicada en forma unidisciplinar. Un paradigma reduccionista que en este ensayo se pretende superar con la introducción de la noción de la complejidad que explica los fenómenos de una manera multidisciplinar como resultado de la dualidad objeto sujeto, indisociables. Lo que en palabras de Morin, acerca de la epistemología y su necesidad de encontrar un punto de vista que pueda considerar en forma objetiva el origen del conocimiento como resultado de la metacognición, un auto-conocimiento, que no es más que un conocimiento subjetivado. Consecuentemente surge una relación intersubjetiva que va más allá del entendimiento cotidiano y que puede ser reconocida como una relación transubjetiva cuando trasciende cultura, tiempo e historia.

 

Eso trae consecuencias de comprensión de la realidad sujeto-objeto que dificultan la aceptación de ambos términos (inter y transubjetividad) en círculos científicos occidentales por lo que la literatura y su género novela has servido para afirmar la relación estrecha que vincula las partes en la conformación del todo, originando complejidad objeto de estas reflexiones.

 

Quiere decir que el pensamiento complejo es la manera multidisciplinaria de pensamiento subyacente a la sociología del conocimiento. Una nueva teoría capaz de unir las viejas teorías cartesianas con las nuevas teorías de los sistemas, generando una apertura que va más allá de las explicaciones regulares para escrudiñar epistemológicamente el origen del conocimiento en ecosistemas y metasistemas.

 

Teorización

Lo que le da sentido epistemológico a las reflexiones anteriores son las referencias teóricas sobre este tema y que se remontan a pensadores de la talla de Morin, Maturana, Ander-Egg y Le Moigne, entre otros autores, que ofrecen la perspectiva transdisciplinaria y multidimensional que apoya el concepto, antes mencionado, auto-eco-organización. Todos ellos buscaban una explicación epistemológica que ayude a comprender la convergencia interdisciplinaria entre los sistemas humanos como sistemas biológicos y los sistemas naturales, la relación entre el observador (lo humano) y la realidad (lo natural) y

por ello tuvieron que repensar la ciencia de la complejidad, encontrando que tanto los sistemas vivientes (orgánicos) como los sistemas que conforman el ambiente (entidades compuestas) se encontraban conformados estructuralmente por un sistema racional (lo  humano) y un sistema dinámico relacional (lo natural) en comunicación continua.

 

El dominio fenoménico de la dinámica estructural de un sistema operacionalmente       auto-contenido se manifestaba en las interacciones estructurales, relacionales, recursivas y dinámicas entre sistema viviente y su entorno, en la conformación de un sistema holístico que busca conservarse y auto conservarse al adaptarse a los cambios en los procesos y a las transformaciones estructurales dando lugar a un sistema autopoiético organizado. Para Maturana, “la autopoiesis es la manera de conservación y existencia de un sistema viviente y su manera de ser una entidad autónoma, conservando su organización e identidad”.  De acuerdo a Humberto Maturana los sistemas autopoiéticos generan la misma red que los produjo a través de un determinismo estructural coherente a todos los dominios de la existencia (humana, real, natura, biológica, fisiológica, física o espiritual). Por ejemplo, los individuos producen la sociedad que produce a los individuos. (2004).

 

Esa estructura dinámica compleja podía ser pensada desde la ontología, la fenomenología, la epistemología y la lógica, todo un sistema de pensamiento multidimensional que podía dar una explicación dialógica a los fenómenos, las cosas fácticas y del universo que no ha podido dar el método científico occidental. El marco histórico de lo que se está abordando tiene un desarrollo que se origina con Nielsen Bhor y la segunda ley de termodinámica y el fenómeno de la entropía de Ilya Prigogine con su principio de la degradación de la energía (a diferencia del primer principio de la conservación de la energía). Esto lleva a pensar la complejidad del orden y del desorden; para que haya orden primero debía existir el desorden, y viceversa, una relación que Morin identifica como orden/desorden/organización.

 

Conceptualización

La noción de auto organización junto a la idea de autonomía llevan a pensar la conceptualización de la complejidad como una manifestación, identificada por Morin, como: dialógica, recursiva y hologramática, que permite mantener la dualidad en el seno de la unidad, al asociar dos términos (fenómenos o hechos) complementarios y antagónicos, al romper con la idea de linealidad del pensamiento cartesiano al incluir el azar y la incertidumbre de las ideas flexibles que se requiere para la adaptabilidad que caracteriza la vida en la era planetaria.

 

Para poder conceptualizar el pensamiento complejo desde un punto de vista hologramático, en la observación del todo como un tejido en forma que contiene la totalidad de la información del objeto representado; donde la parte está en todo y el todo está en la parte.

Un pensamiento lógico-recursivo que trasciende el reduccionismo disyuntor de la cultura occidental que podía concebir el todo a partir de la parte.

Según Morin, el pensamiento de la complejidad tiene necesidad de integrar sujeto y objeto de igual mera que al conceptualizador en su observación y su propia conceptualización. Por otro lado, se requiere de una mirada particular de la complejidad para identificar las partes que componen el todo (y viceversa), desde una perspectiva donde se une lo uno con lo múltiple: lo uno se disuelve en lo múltiple y lo múltiple es parte de lo uno (unitas multiplex).

 

Sistematización

La experiencia práctica del pensamiento complejo y de la utilidad de la complejidad radica

en la ruptura del paradigma positivista que reducía el todo en sus partículas constitutivas (átomo, molécula, bit) para explicar el todo, cuando la realidad es compuesta por un sinnúmero de componentes, pero en especial manera el componente ecológico, quiere decir que para entender la complejidad se debe conocer el contexto para comprender determinada situación, fenómeno o acción, y explicar el entorno tomando en cuenta el microtexto, el texto, el contexto y el macrotexto; una concepción que inevitablemente incluye la incertidumbre, lo aleatorio, lo incierto y el azar, como componentes de una realidad caótica y cambiante.

 

Los principios de la complejidad recién expuesatos obligan al pensador mirar la complejidad desde la perspectiva causal circular retroactiva (feedback) y recursiva (loop). Un ejemplo de lo anterior es la sociedad misma, como un todo organizado y organizador, retroactúa para producir los individuos mediante la educación, el lenguaje, la escuela, etcétera. Son interacciones espiralados (bucle retroactivo) donde la realidad (el mundo) está presente en el interior del espíritu humano, el cual está en el interior del mundo.

 

Se trata del principio hologramático de la auto-eco-organización y la auto-eco-producción en la que cada componente del sistema y del ecosistema posee la casi-totalidad de la información del todo. En palabras de Morin “la parte está en todo; el todo está en el interior de la parte que está en el interior de todo”. Un ejemplo es el código genético contenido en la célula de los organismos vivos, concretamente la propuesta que se plantea en este ensayo es que se deben unir las diferentes corrientes disciplinarias en forma inter y transdisciplinaria, uniendo el orden con el desorden de la misma manera que se ha planteado unir lo uno con lo múltiple, consecuentemente el sujeto con el objeto.

 

Se puede llegar a las siguientes conclusiones; el pensamiento complejo y la complejidad son dos vertientes de una misma corriente científica que aún no es admitida por la mayoría de los académicos ligados al pensamiento en el cual fueron formados y que se trata de un desafío más que de una respuesta.

 

Conclusiones

Surgen de los escritos de Sshanno, Wiener, Von Betalanffy, Morin, Ander-Egg, Maturana, Le Moigne y Prigogine, entre otros científicos; quienes revitalizan la complejidad en sus obras, integrando la simplicidad a la complejidad al reconocer la inevitabilidad del tiempo y de la historia, la relación entre el observador y la observación, de la relación entre el objeto y su ambiente, la interacción entre sujeto y objeto, en la formación de un tejido fenoménico que constituye el tetragrama de Morin, orden/desorden/interacción/organización, donde los cuatro son interdependientes y ninguno es prioritario y se fundamentan en la dialógica, la recursividad y la hologramia donde la objetividad concierne a la subjetividad, y viceversa.

 

Consideración final

La complejidad es algo difícil de resolver, que implica un reto afrontarlo y puede definirse como el grado de conocimientos requeridos para producir el resultado de un sistema impredecible que lleva a un estado de desorden que estimula a la búsqueda del orden para encontrar el equilibrio en los procesos (conductas) que integran las estructuras (modelos mentales) que conforma la conexión entre el sistema viviente y el sistema natural, la realidad dinámica y cambiante, como es (no lineal) y no como se pretendía que fuera (lineal).

 

Aplicaciones prácticas en torno al tema es la explicación ontológica de los fenómenos, los hechos fácticos y otras manifestaciones que han sido observados desde afuera sin que dichos fenómenos involucren al observador. A la inversa se puede comprendes la influencia del observador sobre lo observado superando la barrera ontológica para abrazar la fenomenología que explica los acontecimientos. Esta posición permite una apertura en el pensamiento contemporáneo para recibir los aportes de otras ciencias en un intercambio abierto a todas las opiniones, mezclándose y transformándose mutuamente en el acto del conocimiento.

 

Fuentes

 

Ander-Egg Ezequiel, (1999). Interdisciplinariedad en la educación, Buenos Aires: Libris.

Ander-Egg Ezequiel, (2009). La actitud científica como estilo de vida, Córdoba: Brujas.

Cifuentes Edeliberto, (2009). La aventura de investigar, Guatemala: Magna Terra Editores.

Luhmann Nikolas, (1998). Complejidad y Modernidad, Madrid: Editorial Trotta.

Maldonado Carlos Eduardo, (2005). Termodinámica y complejidad, Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

Maturana Humberto, (2004). De máqunas y seres vivos, Buenos Aires: Ediciones Lumen.

Maturana Humberto, (2008). El sentido de lo humano, Buenos Aires: Ediciones Granica.

Morin Edgar, (2001). Introducción al pensamiento complejo, Barcelona: Editorial Gedisa.

Morin Edgar, (2006). El método 3: El conocimiento del conocimiento, Madrid: Cátedra.

Von Bertalanffy Ludwig, (1968). Teoría general de los sistemas, México DF: Fondo de cultura económica.

Wiener Norbert, (1985). Cibernética, Barcelona: Tusquets Editores.

 

 

 

 

PENSAMIENTO COMPLEJO

PENSAMIENTO  COMPLEJO

El pensamiento complejo viene a renovar la forma en que se enfoca la investigación a raíz de una nueva realidad que impera en el planeta Tierra. Un planeta cuya población supera los seis mil millones de habitantes, sus recursos naturales han sido explotados desmesuradamente y descuidados repercutiendo en el medio ambiente, creando un hábitat contaminado tanto en su naturaleza como cómo en los aspectos socioeconómicos que se evidencia en una profunda crisis caracterizada por la pérdida de valores humanos y valores económicos.

Hasta mediados del siglo veinte la población mundial era la mitad de la actual, la naturaleza era respetada por los actores de la era industrial aunque protagonizaron dos grande guerras con consecuencias nefastas impulsó el avance de la ciencia al encontrarse inmersos las partículas más pequeñas que componían los elementos químicos que la misma ciencia había clasificado en la tabla periódica.

Desde Isaac Newton (1643-1727) hasta Albert Einstein (1879-1955) el método científico utilizaba los pensamientos heredados desde tiempos de René Descartes (1596-1650) reduciendo los fenómenos observados a su mínima expresión, simplificando experimentalmente la materia a sus componentes básicos, fragmentando el pensamiento por medio de la especialización, mutilando el conocimiento, mirando la realidad en forma unidimensional y separando las mediciones cuantitativas de las explicaciones cualitativas. Existía un clara separación entre las ciencias naturales y las ciencias humanas, de ahí que por mucho tiempo, incluso en la actualidad se reconocen, las primeras como ciencias duras que estudian la física, la química y la biología por medio de un lenguaje matemático, y las segundas como ciencias blandas que estudian la antropología, la psicología y la sociología utilizando el lenguaje lingüístico.

Este paradigma de la ciencia clásica fue cuestionado por Karl Popper (1902-1944) y Thomas Samuel Khun (1922-1996) quienes disentían de las ideas, nociones y conceptos propugnados por los científicos que los precedieron, causando una verdadera revolución en las ciencias que debilitó la barrera que separaba las ciencias duras de las blandas, situación que causó la renovación del pensamiento científico con el efecto de la resignificación de los conceptos de lo simple y lo complejo.

De repente, la ciencia que tradicionalmente se encargaba de disipar la complejidad de los fenómenos, a fin de revelar el orden simple que obedecen, empezó a concebir los fenómenos tomado en cuenta particularmente entorno humano y el contexto planetario en que se daban los fenómenos, y en general tomaron en cuenta la naturaleza de la Tierra y la realidad del Universo, situación que debilitó aún más la ya porosa frontera que separaba las ciencias naturales de las ciencias sociales al introducir múltiples dimensiones a sus estudios e investigaciones científicas.

Al derrumbarse el pensamiento cartesiano de la ciencia surgió el pensamiento moriniano de la complejidad integrando el pensamiento tradicional de la ciencia a una nueva manera de pensar en forma abierta y dinámica tomando en cuenta el sistema en su totalidad en forma orgánica, caracterizada por la indisociabilidad de las partes como requisito para conocer, medir, explicar y comprender desde todas las perspectivas posibles los vínculos que constitución y ponen en acción el nuevo paradigma de la complejidad, que Edgar Morin la define como un fenómeno cuantitativo, una cantidad extrema de interacciones e interferencias entre un número muy grande de unidades.

Los principios epistemológicos de la complejidad se remontan a sus orígenes con la palabra "complejo" que aparece en 1625, con su variante "complexo", que su vez viene del latín "complexus", que significa "que abarca", participio del verbo "complector" que significa yo abarco, abrazo. De complejo se deriva complejidad y complexión. Por otro lado esta última palabra, que aparece en el castellano alrededor del año 1250, proviene del latín "complexio" que significa ensambladura o conjunto.

La complejidad, es a primera vista un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente unidos, que presentan la paradójica relación de lo uno y lo múltiple. La complejidad es efectivamente el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, indeterminaciones y azares aunados por la perplejidad de lo impredecible, desordenado, caótico, heterogéneo, incierto e inacabado que constituyen el mundo fenoménico. Esta complejidad es el método que utiliza el pensamiento complejo para conocer, medir, explicar y comprender la realidad humana, social, natural, ecológica, planetaria y universal.

Por tratarse de un pensamiento no puede separarse de los humano por radicar en la mente humana, y por lo tanto se tienen que tomar en cuenta nuevos elementos que produce la complejidad (complexus) como la perplejidad (perplexus) del espíritu humano, un estado "implexo" que se parece a una excitación producida por algo sorprendente e inexplicable provocando por la libertad y creatividad de los seres espirituales que tienen la capacidad de sentir, percibir, reaccionar, hacer, comprender, resistir y recomponer sus habilidades y maniobrar sus pensamientos en la búsqueda de nuevas estrategias trascendentales frente a lo real.

El Pensamiento Complejo renueva la conexión de los conocimientos mediante la aplicación de sus criterios críticos fundamentados en principios generativos y estratégicos de su método dinámico y complejo. Estos son: principio sistémico u orgánico, principio de la autogeneración vital auto-organizativa, principio hologramático, principio de retroactividad, principio de recursividad, principio de autonomía-dependencia, principio dialógico y principio de reintroducción del cognoscente en todo conocimiento.

En la medida que se profundiza en el pensamiento complejo queda al descubierto su característica inacabable al surgir nuevas ideas, nociones y conceptos a desarrollar, por lo que finalizo en este punto mis reflexiones sobre este fascinante tema, no sin antes dejar abierta la posibilidad de continuar indagándolo para volver a retomar la cuestión y plasmar nuevas reflexiones a raíz de los nuevos descubrimientos y hallazgos en esta materia científica.

C O M P L E J I D A D

C O M P L E J I D A D

Desde la óptica clásica-tradicional lo complejo es aquello que se compone de elementos diversos, donde la correlación entre las variables causales puede generar un efecto que puede entenderse como confuso, difícil de entender y hasta inexplicable.

Desde la perspectiva es un elemento integrador que asume, en forma simultánea principios antagónicos, concurrentes y complementarios, relacionando objeto con sujeto (y viceversa), observador con observado (y viceversa), acción con reacción (y viceversa), etcétera.

Una relacionalidad de sistemas, de estructuras, de procesos y de reacciones que conforman un tejido entrelazado por una extensa red compleja. Son el conjunto de elementos que integran en forma sincrónica causa y efecto en un sistema dinámico complejo donde se hace uso de un enfoque sistémico donde estructura y procesos convergen con los diferentes campos del saber enriqueciendo el pensamiento.

Estructura formada por la interconexión entre componentes estrechamente relacionados y que establecen la estructura donde se construye el andamiaje del pensamiento complejo. El cerebro.

Procesos cambiantes que obligan adaptarse a nuevas y variantes realidades, constituyen la estructura diacrónica entre subsistema, sistema, suprasistema y entorno hasta forma una multirealidad. Manejan aspectos no materiales de los sistemas, en particular aquellos que tiene que ver con información, comunicación u organización.

Una concepción epistemológica flexible y adaptativa donde el observador es absorbido por el fenómeno observado. Concepto integrador múltiple que se compone de elementos diversos interrelacionados en forma dialógica.